Lacan en su Seminario XX, Aún, inventa «lalengua» distinguiéndola del lenguaje. La «lalengua» es primaria, son los sonidos cargados de goce que impregnan el cuerpo del niño antes de que este sea sujeto de la palabra. Antes de entrar en la significación y en el lenguaje, con su gramática y su sintaxis, el niño escucha «lalengua» del Otro, su canción, sus silencios, suspiros, su entonación. Sonidos que el niño no entiende y transmiten el goce de quién le habla. Sonidos por fuera de sentido pero en coalescencia con el goce. «Lalengua» toca el cuerpo del niño fijando en él el goce. Un goce que dará lugar más tarde al síntoma como acontecimiento del cuerpo.

En este mismo Seminario cuando Lacan se refiere al ser, dice que  el ser nos lo da el lenguaje. El lenguaje dice lo que somos y lo que debemos ser. Pero este ser que nos otorga el lenguaje, que nos hace seres hablantes, seres de puro lenguaje, no tiene más realidad que la de un semblante. Si el lenguaje puede hablar de seres que no existen, como el unicornio, es precisamente porque el ser que da el lenguaje no necesita existir, su naturaleza es la de los semblantes.

Sin embargo, ningún ser  es posible a partir de «lalengua». «Lalengua» hecha de elementos separados unos de otros, carece de orden y de sentido. «Lalengua» es real, a partir de ella es imposible construir un ser o una identidad. «Lalengua» por ser real es del orden de la existencia. Con los unos solos de «lalengua» no podemos construir una totalidad de ningún tipo y por su puesto ninguna identidad que nos de la ilusión de ser uno.

Lacan ha definido «lalengua» como «la integral de los equívocos posibles».

Situarnos en el nivel de «lalengua» nos impide hacer del amor por «lalengua» un asunto de identidad y de ser.

Un autor al que estimo mucho, Jorge Semprun, tituló uno de sus libros, «La lengua es mi patria», sin duda poniendo en cuestión la idea de patria. Pero en el contexto en el que Lacan sitúa su «lalengua» no podríamos decir lo mismo.

¿Cómo podríamos concebir una patria a partir de los unos solos de los que está hecha lalengua?

Si un Uno de «lalengua» es algo que permanece indeciso entre, el fonema, la palabra, la frase y aún el pensamiento todo. ¿Cómo podríamos construir una patria con «lalengua» cuando no hay un saber sobre ella y el único saber es el saber inconsciente, que es un «saber hacer» con ella?

Si partimos de la «lalengua», primaria en el ser que habla, anterior al lenguaje, ninguna patria ni identidad es posible. Lo que si podemos hacer con ella es un síntoma, un síntoma en el que reconocernos a partir de nuestro goce más singular, un goce que por otra parte, nos excluye como sujetos.

Ese real en el que, ese cuerpo, al que llamó mío, se goza solo.

Solo a eso podría identificarme al final de un análisis, y eso en el mejor de los casos. Identificarme a mi síntoma, aceptar ese goce opaco que se me impone, como lo más propio, está muy lejos de la ilusión de creerme uno. Es todo lo contrario, pero no es poca cosa.

Araceli Fuentes.